Camino por la playa. Voy de vuelta hacia algún lado. Me sorprenden un par de mujeres que me cruzo. Me sorprende su compromiso y coherencia, se que tenemos creencias opuestas. Las admiro. Y llego de repente como a un teatro en que varios voluntarios hacen, como servicio, respiración de coherencia. Inspiran y luego se deslizan hacia abajo exhalando. Se funden con el muro azul, sus cuerpos pintados; sólo veo sus manos y escucho sus respiraciones.