En el ferry a Piaçabuçu, camino a Penedo.
Antes que se disipe: Yemayá me ha hecho llamar convencida de mi pasión por el mar, visto mi trabajo gran mar, me ha llamado a este lugar remoto de Brasil. Al río San Francisco, un inmenso mar que da al Atlántico, al sur del vértice de Natal. Intocado aún, gente simple. Tanto, que aún tiran los papeles, latas y botellas al camino, a las dunas, al agua…
Descubrí que mi trabajo aquí es en torno a Priscila. Eso respecto. alas fotos, a la residencia. Respecto al cuore: la generosidad. Ayer vi las postulaciones al FIFV y yo quiero ser alumna de Graciela, la grandiosa! y lo seré, en perfección y armonía!
Esta mañana al amanecer, después de una noche rica y descansada, mientras repasaba mentalmente mis rolleis con un mango y un café, llegó ella, Priscila, sin aviso y su bolsita. Me di cuenta que ella es el proyecto. Me agobié mucho cuando la vi bajarse de. la moto de su papá y pasar la alambrada, pero también pude ver que tiene gran talento para posar… mínimo responder con generosidad. Me enfoqué.
Ahora en Penedo con ellos, ya vamos de vuelta, esperamos que el ferry se eche a andar. Almorzamos en un lugar bello, una casona que habrá sido de Maurizio von Nassau und Siegel, casi un castillito, sobre el río San Francisco ¡encantador! Priscila es el retrato y el proyecto, seguramente. Aunque su presencia me cansa y también me consume…